«senderos. E el asnillo mesmo pasciendo en vn prado conoscio al cauallo: al qual d·esta manera maltraxo e denosto. Que te aprouecharon aquellos ornamentos e guarniciones para que me oviesses menospreciado en aquel tiempo tomando tan grand soberuia e osadia contra mi. Agora vsa como yo d·estos nuestros officios de aldea: donde es agora aquella tu soberuia e silla tan preciosa aquella tu guarnicion dorada. Donde es tu fermosura de cuerpo? Todos»