«se fue a Meca donde acabo todos sus fechos. E tornando de alla pidio su plata de aquel a·quien la avia encomendada la guarda. El depositario lleno de engaño: nego el deposito: diziendo que nunca avia solamente vjsto tal ombre. El español oydo esto: se fue muy triste para sus conpañeros con quien vino: de·los quales demandaua consejo: por quanto le era negado el deposito de·la plata por el buen»