«dulce aparença, el posonyoso venino de vuestras llagas s·asconde, qua d·aqui s·esforça el deseo el qual fallesciendo esperança conduçe el dolor en estremo. Si aquestas vanas ymaginaciones señora, olujdar no se puedan, esqujuando soledad e foydo ocio a vos de·uos mesma, e pensat el tiempo que penssares, amauaes hombre e por conseguiente a·la muerte sogeto, la qual subito que nacemos toma possesion de·la vida, e sin»