«las cosas neccessarias començauan a fallecer y la gente dar vozes y la fambre fue tanta y tan luego la neccessidad tan estrecha y tan peligrosa y terrible la afruenta que falleciendo les todo remedio acordaron de recurrir al rey. Sonaua ya su fama grande: su real magnificencia y desygual nobleza de coraçon ya corria por todo: y assi tomaron alguna esperança que les hauria piadad y quiça les subuernia. Fecha pues la enbaxada y enbiada en»