«fatigas que agora sentis a causa de quitar·os de amar y ser amados de todas estas necessidades sabe este señyor hazer para traher·os al remedio de su estado porque perdays el vuestro y quyere en fin de su vida suene mucho en la destruycion vuestra su muerte si a defender·lo os pusieredes, la qual soberbia y muy conoscida locura entre nos no se crehe, que personas tan discretas en tal errada cayesen, mas si en»