«noche puestas nuestras tiendas en vn rehoyo de vn montezillo tan pobres de leña como la otra noche primera: houimos agua de tan alexos que mas valia para ponçoña que para salud: llouio nos vn poco segun que atarde suele hazer por aquella parte: y quanto mas adelante caminando ver nos podimos tanto mas la tierra era desierta y toda hecha inhabitable: assi que llegamos en aquel dia en vn desierto donde nunca hombre ni fijo suyo»