«muy altas vozes: y el dicho emperador con saña furiosa mando les quemar: y no pudiendo gastar el huego solo vn cabello ni sus vestidos: muchos creyeron en Cristo Jhesu redentor nuestro. § Dende passando fuemos al lugar donde solia star el palacio del gran Alexandre en cuya memoria quedo puesta vna coluna de piedra el cabo agudo como aguja que de alexos torre parece. Hay muchas letras de·los antigos en·ella sculpidas: y ahun que»