«pena de incurrir la ira espantosa del poderoso Dios que cessassen de se fazer la guerra los cristianos principes entre si y que boluiessen las armas contra los infieles: a todos pareçio la santa enbaxada muy noble y catholica mas solo el cristianissimo rey don Alfonso como fidelissimo fijo de la silla apostolica y deuotissimo sieruo de Dios accepto la embaxada: festejo al legado y obedeçio tan en forma que se desterro de sus reynos por cumplir con el»