«me han seydo enemigas. Porque vna senyora mia no touiendo iusta causa para se defender de mis ruegos y recebidos seruicios ya con vos y vuestros yerros ha fallado scusas mil: pensando que las pequenyas cosas no pueden mucho sonar mas las grandes cosas vniuersalmente occupan los oydos de·los viuientes. Y pues tanto por el mundo buela vuestro desconocimiento no deue ser pequenyo: asi que entre las gentes no hay otro razonar sino de vos:»