«y delgado y odorifero: con mucha agua de fuente: para que restauren el appetito. Dize maestre Bernaldo que si en·la pestilencia vn dia: conuiene saber primero: podiere suffrir la sangria y el cristel y la suor escapan. Sean pues considerados y imaginados manjares diuersos: en·los quales tome plazer el doliente: y se delecte algun tanto: para que sea de tanta obediencia que o por fuerça o por grado tome de»