«es a saber de sus aueres criaua sus cauallos de mal justo syn pagar la su vianda nin la auer asinada. E esto duro tanto e fue tan grande el daño que los del reyno de Traçia non podian ya sofrir·lo. Cuyos clamores sonaron por toda la Greçia. Non osauan dezir en publico sus quexas nin morar en·el reyno e menos salir d·el por la muchedunbre de·las gentes que aquella diabolica mas que humana»