«y no perdonar a cosa del campo. Esto fue tan graue a todos los moradores de la tan fatigada ciudad que no podieron suffrir lo: començaron luego a tratar con los de fuera: y embiar de secreto a suplicar al rey que mandasse su alteza dexar de fazer tanto daño y que todo lo que les el mandasse farian: mando luego el rey que la tala cessasse y requirio los ciudadanos que le entregassen la ciudad:»