«de·la enperadriz que no leuaua razon si verdadera la infamia fuera que primero no passasse por otros que la sabrian mejor sentir que los fijos ni el padre: porque d·estos principales y tan estrechos deudos todos los que tal sienten se guardan: y por ahi començo el excellente infante a sentir que no tenia pies ni verdad tal maldad: quanto mas que luego en·la corte sono el enojo que el infante tomara con la reyna»