«la reyna su limpieza y verdad: no le pudo la grandeza de su coraçon suffrir que tan limpia y tan honesta enperadriz fuesse tan sin culpa a muerte condenada: y quanto quier que por todos sus amigos le fuesse tal enpresa mucho desconsejada no pudo negar·se a·la virtud ni defender·se de la debda y obligacion que a·la caualleria deuida: tenia no pudo no saltar y salir a·la plaça y ofreçer·se publicamente a»