«turbadora del pensamiento que duro juyzio: a quien inclinas a quien sometes pastor tu cabeça quando por muertes de tantos hayas de ser juzgado: quantos enxemplos de perdicion miras en los tuyos. Empero ninguno de nosotros piensa en tales peligros: bienauenturados luego nos tenemos si esta cura tal conseguimos si la dignidad pastoral cobramos. En esto anda nuestro pensamiento noches y dias: es consentimiento malo entre todos que ya por estos nuestros obispados no se»