«de·la floreciente edat nos tuuo aquella verdadera amistad ajuntados, de·la qual agora la cruel muerte nos ha departidos. O amicicia, de tantos nombrada e quasi de ninguno sentida. Quien puede himaginar el dolor qu·en tal caso tu dexas al recayente amigo. Por cierto ninguno. Mas considerando señora quando vos muger y enamorada llamauaes de·la mja tanta passion por estrema e figurada la vuestra. E por tanto he deslliberado con la»