«a sus aposentamyentos para arrear·se de aquellas armas en que tanta necessidat les hazia luego a cada cabo fueron apartadas las diuersas opiniones, y no creays que las gentes muchas alargassen el tiempo, mas la celerada jra puso tal presteza en el atauio de sus personas que en poco espacio los despoblados campos muy floridos de·las luzidas armas resplandescen. O ! quan menester se me haze memoria estilo y gracia para contar esto que el seso»