«que sustuviese el çielo e se osase poner a ello. Asy deuen los que al çielo venir quieren. Primero domar los viçios ante que se atreuan a cojer los sagrados ramos de·las eroycas virtudes. E quando los tales an d·esta guisa bien prouado e continuado. Siquiera perseuerado las giganticas tentaçiones non las podrian desuiar nin quitar dende. E quando mas fazer non pueden la rodilla del cuerpo le faran fincar por las leyes de»