«agora se demuestra en·la ciudad de Daroca: mas començo mas entonce a luzir: quando a·la sazon y tiempo que las tantas tan sanctissimas formas: quantos los capitanes eran que hauian de comunicar por la sobrada y tan subita priessa que los moros les dieron fueron por el sacerdote so la piedra escondidas: y despues de alcançada la tan estremada victoria: boluiendo las a buscar: las fallaron todas bueltas en sangre: la gloria»