«le tullio y quedo todo yerto sin poder le mandar. El rey entonce conoçida su falta derribo se luego a los pies del altar y reclamo con lagrimas la misericordia de Dios y el socorro del sancto: y fue tan contrito que nuestro Señor le houo piadad y le restituyo la salud. El rey entonce reconoçiendo el miraglo y la gran merçed que nuestro Señor le fiziera en restituyr le su fuerça y tornar le su braço mando»