«como el rey don Enrrique lo fizo. Ya del santo Dauid se lee: y lo allega el mismo eterno Cristo y escusa le d·ello: que puesto en necessedad tomo del altar de nuestro Señor los consagrados y tan sanctos panes que saluo los sacerdotes no podian tocar: y los repartio por entre los suyos. No affeemos pues los yerros assi de los principes grandes que puestos en grandes peligros y angustias vienen por fuerça en»