«los hombres su preciosissima sangre hauia derramado que se les figuro que le vehian tan puesto en la cruz y corriendo todo sangre como quando en aquella por nos padecio: siguio·se vn llanto en·la gente deuota tan dulce tan deuoto y suaue que turo gran pieça que se mouer no pudieron: fasta que mando el capitan que pues tan por suyo tenian a Dios que nunca d·ellos partir se quisiera: mas folgar·se como entre»