«mientes a esto aquel sancto Eleasaro, el qual dezia assi. Ni viuo ni muerto no fuyre la mano del omnipotente. E assi por las cosas suso dichas se demuestra en muchas maneras que el juyzio final deue ser temido por todos. E esto por la accusacion: que ende haura de suffrir cadavno de muchos: e por hauer de dar razon generalmente de todas las cosas. E por la sentencia deffinitiua que dara entonces espantablemente»