«amor de·la camella, solamente por ver·la, e de otra parte a tanta tenprança e sufrençia en si que estando con su madre o su hermana jamas non las toca. Tullio dize: si tu amas la tenprança, tu echas de tu cuerpo todas las cosas demasiadas. Dize Seneca: non se puede aver mayor, nin menor señoria, que señorear ome a si mesmo. Ovidio dize: las cosas que son negadas»