«os ruego que lo procures y lo mejor y antes que os pudieredes: que bien me desplaze que tan adelante este daño passo que nunca yo de·la enperadriz tal sospeche ni falle quien tal sospechasse: replico el santo abad: ya señor lo he procurado y traydo a tal punto que todo queda en vuestra real magestad: que vuestros fijos mismos son los que os piden por ello perdon: y reconoçen hauer falsamente acusado a su»