«los cedros del monte Libano: conuiene saber a·los soberuiosos e presumptuosos sus speciales enemigos: los quales luego que fueren honrados e enxalçados, como los cedros: desfalleceran como fumo, quando fueren humillados por Dios: e abaxados en·este juhizio: e quasi del todo reduzidos a nada. E aquesta voz del señor sera como vn tronido e rayo que fiere la tierra. E por esso dezia Job temblando a .xxvj. capitulos. Quien»