«palmas llanas de·las manos vnten el pezcueço y las barillas por vn rato grande. Y hecho esto bien abrigada con vna manta dende la cabeça fasta en cabo de todo el cuerpo: trayan le mucho passeando arriba y abaxo en algun lugar si ser pudiere que viento no toque. Y no le abriessen aquellas landrillas del degolladero que los no sabios piensan a·vezes ser cosas viuas y es tan solo el mal humor que hinchar las»