«fagamos velortas retorcidas: e ata me por los pechos assi como si fuesse tu esclauo segund que lo soy: e yo atare a·ti en·el cuello como a señor que trahe consigo sieruo: e leuar me has abaxo al monte: e comer me has alli en paz a tu sabor. El lobo que non sentio el engaño dixo: fagamos como dizes. E assi yendo al monte fizieron velortas muy fuertes el lobo torciendo»