«quien pensando e considerando estas cosas de coraçon: e mirando las con·los ojos del pensamiento: sera assi engañado del diablo, e de·la carne, e del mundo, que dexe de fazer penitencia en·este breuissimo tiempo: o ( por mas propia e verdaderamente fablar ) en·esta pequeña hora, o momento? Por cierto ninguno lo dilata o menosprecia sino aquel: a quien la malicia del todo ha cegado. Por esso»