«tengamos de jente sin cuenta perdida: que por conseio y ajuda d·aquellos: no solo castillos çiudades y villas mas jnfinjdos reynos separados de la santa religion christiana: puestos por sus dulçes y deleytables prometimjentos sota la secta abominable maomal: tuujendo sin temor la justiçia y esperança de Dios del todo olbidada: sin otros diuersos malefiçios que en el mundo acometen. E contra nosotras con·grandes deportes secutan: los quales por no fatiguar nuestra»