«dezimos que tanto es cadavno lançado e apartado de·la deidad: quanto son amontonados sus peccados. Ca la grandeza e suma del peccado es medida del ser rehusado. Pues luego quien no esquiuara los peccados: e los abhorrecera como poçoña: conosciendo que por ellos ha de perder el eterno gozo. Pues que dire yo pobrezito de ingenio d·esta gloria incomprehensible. Ca si ojo no vio, ni oreja oyo, ni coraçon,»