«perecen las almas de·los peccadores. Segundo ellos son crueles en effecto. A .xvj. capitulos de Job. Ayunto: e recogio su furia contra mi: e menazando me: dio vozes contra mi regañando sus dientes. Abrieron sobre mi sus bocas. E retrayendo me los beneficios: e mercedes a mi fechas: firieron mis carrillos: e fartaron se de penas. Onde en vn psalmo dize Dauid. Abrieron sobre mi su boca»