«e el vientre requiriesse purgacion: conuendria que lo fiziesse bolando: como tu fazes esso que no es mas tan feo andando. Respondio le el philosopho: ruego te que por esta causa non te mueuas: mas abre las orejas a·lo que dixiere: yo orine andando por auitar tres cosas enpeçibles. La primera es por que el calor del sol como sea dia medio non me dapñasse la cabeça. La segunda por que»