«en su hestado he por meior el callar asi como vuestros altos pensamientos conosceran la magnificencia con que en la ciudad entraria, y despues de aposentado en los alcaçares d·ella, marauilla era de ver con quanta homildad y acatamyento era de todos los mayores seruido, y luego el rey de Persia quito la corona de su cabeça y le dio al dios de amor todo su reyno y con el todos los reyes y grandes hombres del»