«del campo como de ciudad: assi de mercedes como de magnificas dadiuas de brocados paños françeses aparadores de plata y de otros jaezes y ornamentos de capilla de camara y de toda otra guisa: quien los podra no digo acabar mas ni començar quasi a dezir los? Demos pues ya fin a·la vida tan immortal que fin ninguno alcança del tan alto y venturoso principe y rey don Alfonso: que ni morir pudo a·la postre»