«la vida. Acaescio que la ximia andando por vna montaña con·los fijos: sentio los caçadores con perros: por lo qual turbado su spiritu por temor que uvo pensaua como pudiesse salir de alli sin peligro: e tomo al fijo que mas amaua en·los braços abraçado amorosamente: e al otro que aborrescia fizo que subiesse sobre ella a cuestas: e d·esta manera lo mejor que pudo començo fuir. Mas como la seguiessen»