«como te scriuo no deues mis conseios menospreciar: los quales gran tiempo ha que mucho en ellos pensando tanto sanos a ti y a·mi los conozco. Y si de mi tyenes quexa en dar te sperança de mi tornada y la fe rompida deues pensar segun en aquell tiempo era en nuestros coraçones afirmada el amor que si para siempre mi lengua te diera despedida no fuera posible que yo podiera beuir hasta acabar de·lo dezir:»