«Egipto: el qual era de buena fe e leal e de grandes perfeciones segund fama de todos: a cuya fe encomendo .xx. marcos de plata: e assi se fue a Meca donde acabo todos sus fechos. E tornando de alla pidio su plata de aquel a·quien la avia encomendada la guarda. El depositario lleno de engaño: nego el deposito: diziendo que nunca avia solamente vjsto tal ombre. El español oydo esto:»