«tal por la Francia y España seguido venerado y obedeçido: donde fallo tantos cardenales arçobispos y otros muchos prelados que fue marauilla: el don Pedro de Luna que hauia sido grand tiempo legado en toda la España: y era entonçes acatado como a papa le fizo grand reçebimiento y el emperador folgo mucho con·el porque a·la verdad era doctissimo generoso y muy cumplido varon y se agrado en·demasia de la tanta grauedad sapiencia y valer que representaua»