«cabida alçe las manos al cielo y no curo de·las grandes priuanças de otros, que a mj como de muchos males vsado pocos bienes me abastan, y no creays que con esperança de gualardon me puse a estos trabaios sino con aquella presunpcion que tienen los menores sieruos en casa de·los rreyes y envejecen y mueren vfanos y pobres, y asi yo con el pensamyento de dezir que con vosotras señoras bivo me mantengo, y»