«todos los moros que d·el supiessen y no lo fiziessen saber: tanto fue el espanto que toda la morisma del pregon del rey tomo que se houo a descubrir donde estaua: embio el rey alla y mando le traer a Granada: y tomo le a su mano: y visto quan demandado requerido y deseado el noble cauallero era: y quan generoso y varon principal: escriuio al illustre principe: que si cobrar desseaua su»