«pierden yo que se los secretos del alma lo estimo en aquel crescido prescio que deue ser thenido, asi que no querellar·os mas gozar·os que de·las sinrazones que d·ellos teneis rescebidas su grand soberuia los ha traydo a tiempo de hazer penjtencia de sus peccados y que ellos mesmos lo tomen con sus manos y aquel segreto que no entienden quexando·se por cosa graue que andan siempre mendigando, y digo que la necessidad en»