«colores que a manera de prado de flores guarnesçido o de labores en paño de sirgo fermosas conpone la piel de·la engañosa sierpe tinta de biuas e plazenteras de ver verduras afalagando la vista. E de la otra parte trae en·la boca el peligroso escondido venino de viçios e penalidades que procura. A·los que se reposan. O confian en·los sus deleytes. El omne virtuoso comete afogar esta sierpe tan engañosa. Por menospreçio»