«por·ende qualquier principe virtuoso: alegre·se mas del thesoro de gloria de que la virtud le acompaña fauoreçe y arrea que del sonido de loores que tan presto ensordesce y se va: que si las letras con la trama immortal de su perpetua viuez no le retienen y enlazan: antes marcheçe y se cae: que la flor de su falago recree. Occurrieron a·la postre negocios por cuyo libramiento y despacho el magnanimo rey don»