«gestos que verdadera sierpe asy grande podria e sabria fazer. Por todo eso el virtuoso Hercules non turbado acorrio a·la garganta de·la nueua sierpe apretando·la con grant fuerça para la afogar. Estonçes veyendo Ataleo que esta trasformaçion non le valia nada. Mudo·se en forma de toro grande e muy brauo con acometimiento fiero e denodado. Fue a Ercules creyendo non lo osase esperar. E la costançia e firmeza herculina. Non dudo»