«tal razon que estas cosas an virtud natural de purificar el ayre en derredor del que las trae. E por eso non dan lugar a·la jnfecçion de ojo que dañe disponiendo en medio otra manera o faziendo en ello acçion contraria. Donde se concluye que todas cosas que purgan el ayre enderredor del que las trae. Quitan d·el infecçion o dañamiento traydas preseruan este daño virtualmente e natural. E d·esto Alberto Magno en su Esperimentador»