«los tan magnanimos çercadores que ya los moros començaron de afloxar: fallecia·les la sperança: el socorro nunca asomaua: el peligro siempre crecia: tanto que ya el rey moro de apremiado y muy puesto en·lo estrecho acometio de pedir fabla: entro alla don Nuño Sanchez y oydo lo que el moro dezia conoçio que era todo engaño: y que no lo fazia saluo por dilatar el tiempo y por detener los combates y tentar si»