«lee. Podria quiça gustar alguno aquello que despues de gustado procura e da muerte muy amarga: conuiene saber pena para siempre. Por esso dize Prospero. En·la vida presente los temporales deleytes son dulces. E las tribulaciones amargas. Mas quien no beuera de grado el vaso de·la tribulacion: temiendo el fuego del infierno sin fin: o quien no menospreciara la dulcedumbre del mundo: yendo con·la boca abierta a·los bienes»