«catiuos cauallos y ricas joyas suplico a su sanctidad que mandasse poner silencio enĀ·este quexo de sus prelados tan injusto porfiado y rebelde. Alegro se mucho el summo pontifice con la dulce nueua del vencimiento tan grande: y acepto con sereno rostro muy ledo los nobles presentes del tan victorioso principe y rey: y despues de hauer mucho festejado los mensageros magnificos y mucho mas loado y en publico consistorio las excellencias y magnanimidad del tan esclarecido»