«y absentados con la muy triste absencia suya. Avllat los pueblos, lamentat los fidalgos, e orat los clerigos, faziendo la mayor conmemoraçion que podreys, pues la deuida no es possible. Dole·os vos, o triste, que con tanta fuerça sobre este passo la passion me saltea, que alterando mis sentidos, quita la orden al pensamiento y el goujerno de·la pluma a·la mano, a·los dispuestos rogando aquello qu·»